Jueves 27 de Marzo de 2025.- En el año 1992 en Chile comenzaron a reportarse los primeros casos de cólera, un brote que gracias a la amplia cobertura de agua potable y alcantarillado, no afectó como en los países vecinos, pero obligó a tomar medidas adicionales, entre ellas, el tratamiento de las aguas servidas.
Hoy, la crisis del cólera quedó atrás, pero hay otra que ha golpeado fuerte: la crisis hídrica. Ahí es donde aparece el uso de estas aguas servidas tratadas como una alternativa para enfrentar este problema, sin embargo, no ha estado exenta de conflictos debido a su uso.
“La conflictividad en el uso de las aguas servidas tratadas en la cuenca del Maipo-Mapocho” se llama el reciente artículo publicado por Octavio Avendaño, académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, donde analiza el conflicto existente entre agricultores y empresas sanitarias en torno a la propiedad de las aguas servidas tratadas que son evacuadas al río Mapocho producto del abastecimiento y saneamiento de la ciudad de Santiago.
"El punto es que hay una disputa porque la legislación no es clara respecto a quién pertenece. Finalmente, desde el punto de vista de la propiedad de este tipo de aguas, las empresas sanitarias las reclaman para ellos y los empresarios agrícolas las reclaman para ellos, incluso en el caso de la agricultura, muchos productores que utilizan las aguas del Mapocho, plantean que les pertenecen esas aguas por usos ancestrales porque en la Región Metropolitana muchos de los canales se construyeron por iniciativas de este tipo de empresarios y además, porque hubo concesión o entrega desde el siglo XIX en adelante a muchos productores agrícolas, apelando entonces a estos usos ancestrales”, explica Avendaño.
El artículo concluye que, de acuerdo a la ley, “ambas partes poseen argumentos para sustentar su posición en torno a la posibilidad de disponer de las aguas servidas tratadas, sin que, judicialmente, se haya determinado derechos en favor de las partes”. En este sentido, el académico Octavio Avendaño añade que "las aguas servidas tratadas debieran ser utilizadas por todos quienes requieran acceder al agua, ya sea para fines de consumo humano o bien para usos de tipo productivo, no hay una restricción al respecto ni una limitación”.
“Pero se generan disputas por el control, por la propiedad de este tipo de aguas, esa es la principal fuente de tensión, de conflicto, que se suscita y que hemos constatado en este estudio donde analizamos lo que ocurre con las aguas de la Cuenca del Maipo y del Mapocho”, agrega
Avanzar en iniciativas que enfrenten este conflicto
Octavio Avendaño asegura que, en cuanto al rol de las autoridades en este conflicto, “habría que salvaguardar el tener alguna iniciativa para enfrentar este tipo de disputas que se puedan reproducir en el resto de las cuencas del país”.
“He sabido que en otras cuencas, como en la del Maule, también han aparecido situaciones más o menos parecidas, pero no con la misma intensidad que ocurre en la Región Metropolitana, teniendo en cuenta de que estamos hablando de 8 millones de personas, estamos hablando de dos fuentes hídricas bastante importantes como son el Maipo y el Mapocho y, por otro lado, está una serie de agentes que aparecen y que intervienen en diferentes ámbitos, actividades, servicios, en la Región Metropolitana”, detalla.
Avendaño finaliza asegurando que “es fundamental de aquí la colaboración, el diálogo entre los distintos actores, sobre todo pensando en que, para muchas cuencas, la gobernanza colaborativa es fundamental para un adecuado uso y una adecuada distribución del recurso hídrico”.
Fuente : https://uchile.cl/noticias/226489/a-quien-corresponde-el-uso-de-las-aguas-servidas-tratadas
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