Martes 25 de Abril de 2023.- Gracias al estudio de la Universidad Católica del Norte (UCN), se pudo establecer que los cultivos de ostión del norte junto a las algas tuvieron resultados positivos, pues los ostiones presentaron mayor calibre en músculo, y gónadas más grandes que las especies de cultivo tradicional; mientras que las algas crecieron en mayor proporción en largo y biomasa.
La investigación denominada “Cultivo multitrófico integrado de ostión del norte (Argopecten purpuratus) y chicorea de mar (Chondracanthus chamissoi), como herramienta para el desarrollo de una acuicultura sustentable que fortalezca la adaptación al cambio climático”, fue financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID), y permitió evaluar la interacción de ambas especies en un sistema de cultivo multitrófico integrado.
El director de la iniciativa, Cristian Sepúlveda Cortés, investigador de la UCN, explicó que el proyecto buscaba avanzar en una línea de trabajo que diera otra herramienta más de manejo a la industria del ostión, para aportar al diseño de estrategias de adaptación al cambio climático basado en los cultivos multitróficos con especies de interés comercial como la chicorea de mar.
El la acuicultura multitrófica integrada ambos recursos se favorecen en una relación sinérgica: por un lado, el ostión -que está sometido a bajas de oxígeno de manera permanente y que producto de su metabolismo excreta principalmente amonio al medio-, se puede acoplar a la existencia del alga chicorea de mar; que además de fijar dióxido de carbono produce oxígeno a través de la fotosíntesis lo que puede mejorar la supervivencia del ostión en momentos de bajas de oxígeno (suboxia), pero además es capaz de integrar en su maquinaria metabólica el amonio como un nutriente para crecer.
A su vez, el ostión dispone y utiliza el oxígeno aportado por el alga para sus procesos metabólicos, favoreciendo a su crecimiento y desarrollo; la presencia del alga en este sistema provee condiciones estables de oxígeno y pH en el medio de cultivo, lo que genera un efecto benéfico sobre el ostión, que suele ser sensible a las fluctuaciones de estas variables. Todo esto cierra un círculo virtuoso y que es natural en el ambiente como en las áreas de manejo, sin embargo, en la actividad acuícola aún es emergente, pero muy necesario de implementar.
Con la investigación se estableció que el alga y el ostión, cultivados en las mismas líneas, mejoran las condiciones para ambas especies, en comparación con monocultivos. Cristian Sepúlveda propone que el alga sea parte de una estrategia que puede mejorar la resiliencia de la industria del ostión, molusco que está sometido a los efectos adversos de surgencias permanentes y continuas en el tiempo generando condiciones de suboxia lo que afecta en el aumento de mortalidades en la industria.
ADAPTACIÓN
El proyecto contó con dos fases para evaluar la interacción entre ambas especies. La etapa desarrollada en laboratorio que contempló un ensayo de respirometría, donde se evaluó el consumo de oxígeno del ostión en presencia y ausencia del alga en cámaras cerradas.
De esta experiencia se concluyó que existía un aporte de oxígeno en la columna de agua para el ostión y que la interacción no tenía efectos negativos. Por lo que sugiere que, en eventos de surgencia, la presencia de alga podría ser un buffer frente a la baja de oxígeno alrededor de las linternas.
En base a estas inferencias es que se desarrolló una segunda fase en el mar, donde se contó con unidades experimentales, cada una formada de 3 líneas de cultivos, una de ostión, una de algas y una de ostión-algas. Cada unidad tuvo 100 US (unidades de siembra) de 4 metros de longitud, con 40 brazos, de un metro cada uno, llegando a una cosecha de 150 gramos de alga por metro lineal.
Se trata de sistema long-line, el que operó con ambos sistemas de cultivo: ostiones en linternas que colgaban hacia abajo, mientras que hacia arriba los árboles de algas con el apoyo de una boya por cada una, por lo que el proyecto además logró armonizar tecnologías con los medios y protocolos de funcionamiento de la industria ostionera, destacó Cristian Sepúlveda.
COMERCIALIZACIÓN
“La acuicultura es la industria del alimento que más crece en el mundo. Somos 8 mil millones de habitantes y lo más probable es que la demanda de alimentos siga incrementándose, y la única forma de crecer es en el mar, pero de manera racional y sostenible, lo cual requiere de tecnologías que se centren en el reciclaje de materia y energía”, enfatizó el investigador.
Cabe destacar que la UCN está trabajando en el desarrollo de Acuicultura de Pequeña Escala (APE), por lo que, “creemos que estamos en el borde del desarrollo de la acuicultura de pequeña escala más moderna, tenemos que mejorar algunas técnicas, armonizar paquetes tecnológicos, ciclos productivos, entrenamiento de las organizaciones. La forma de crecer y desarrollar esta industria es ciclando materia y energía. Y para ello contamos con distintas iniciativas como por ejemplo un FIC para diseñar, instalar y operar granjas marinas en áreas de manejo, con ello proponemos una actividad acuícola diferente a lo realizado en la zona sur austral de nuestro país”, enfatizó Cristian Sepúlveda.
Con la investigación también se abre la posibilidad a un nuevo negocio, pues la chicorea de mar es una de las algas que tiene el mayor valor precio FOB de exportación, cuenta con un canal de comercialización como insumo para la industria, y puede llegar a 30 dólares el kilo, precio seco, para consumo humano. Por ello, resaltó Cristian Sepúlveda, el hecho de que la chicorea se cultive en sistemas complementarios y en long-line, “significa que el alga no tendrá ni piedras, ni conchas, ni arena, es decir, hay un negocio en cierne, hacer co-cultivo de algas y ostiones, de manera de tener los dos productos”, dijo.
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