Lunes 12 de Septiembre de 2016.- Impotencia, pena, rabia y muy desilusionados están algunos apoderados del Colegio Cervantino en Copiapó, debido a que comienzo del mes de agosto denunciaron a través de una carta malos tratos por parte del profesor de educación física de la enseñanza básica del propio establecimiento. Pero, tras un mes de investigación, el colegio aún no entrega respuesta de la solicitud de los padres afectados, por lo que acudieron a denunciar a la Superintendencia de Educación para que intervenga en el problema.
“Entregamos una carta donde explicamos punto por punto cada una de los malos tratos por parte del profesor Segundo Aróstica hacia nuestros hijos. La carta el colegio la recibió el 11 de agosto y luego comenzó la investigación que a la fecha no ha tenido respuesta. Me llamaron en una oportunidad solicitando extender el plazo, porque era sólo de 5 días hábiles y pasaron las semanas y nada de nada. Lo más terrible es que por ética el colegio debió desvincular momentáneamente al docente de sus funciones y no lo hizo generando que algunos alumnos no asistieran en todo este tiempo a sus clases. Nos sentimos burlados, sentimos impotencia porque el Director Alberto Moreno ni siquiera nos recibió cuando realizamos la entrega de la carta, es decir ninguna señal de apoyo hacia los alumnos; al contrario ha estado apoyando al profesor convirtiéndose en un cómplice del maltrato”, señaló una de las apoderadas (del alumno R.M de 7 años).
Según se informa en la carta entregada al propio colegio las denuncias van desde no dar permiso para que los alumnos pudieran ir al baño entre clases, provocando que algunos ellos se orinaran encima. Otra de las denuncias es que el profesor los castigaba al curso completo encerrándolos en la sala de clases, sentados, sin poder moverse ni hablar.
Hay otra denuncia en donde uno de los alumnos tenía una lesión en el pie, y pese a que el padre mandó la notificación, el docente obligó al estudiante a realizar igual la clase. Y una sin lugar a dudas la más preocupante es que el profesor se burlaba, denostaba y humillaba a algunos alumnos delante de sus compañeros en donde terminaban llorando y los daba como ejemplo de que no llegarían a ninguna parte con esa actitud.
En ese sentido, el psicólogo clínico, Elías Úbeda con 15 años en terapias para niños y adolescentes, fue enfático en señalar que este tipo de comportamientos es bastante errático por parte de un docente, ya que el colegio es la segunda casa de las personas y se generan lazos de confianza que con acciones de este tipo provoca que los niños tengan problemas no sólo en el aprendizaje, sino que también en el comportamiento:
“Desde el punto de vista psicológico es importante mencionar que el colegio es un ente social protector y eso representa un lugar de cobijo, de protección y seguridad para el niño y los padres, por lo tanto se establece un vínculo de confianza, donde los niños deben sentirse protegidos, no sólo siendo una guía formal y si ocurre una situación de maltrato se produce un doble vínculo donde la persona que me cuida y me guía también me agrede”, manifestó Úbeda.
Luego agregó: “el docente al realizar este tipo de conductas lo que hace es generar un estado de confusión en los niños, porque van desde la confianza a relacionarse y en ningún momento van a sentirse rechazados, discriminados y al encontrarse con este tipo de situaciones los niños pueden experimentar diversos problemas emocionales como irritabilidad, enojado todo el tiempo, baja en las notas, sumisión y miedo”.
Según comentó el profesional que muchas veces el colegio termina siendo el primer lugar de apoyo de niños con problemas en la casa, por esto que las denuncias que hay en el establecimiento son gravísimas y lo peor es la mala señal entregada por el colegio al no desvincular al docente durante la investigación y dejar que siguiera haciendo su vida normal: “finalmente a los niños maltratados se les maltrata dos veces, primero en lo que el docente llevó a cabo y segundo en la desprotección del colegio al no tomar cartas en el asunto”, recalcó el profesional.
En ese mismo sentido, para el profesor de Educación Física, Rodrigo Hidalgo, este tipo de conductas generan muchísimos problemas en general y su forma de actuar frente a situaciones de desordenes es completamente contraria a lo que aplica el profesor del Colegio Cervantino: “en mi caso cuando se castiga a un alumno debe ser un castigo educativo. Los pre escolares y escolares tiene libre ir al baño las veces que quieran porque aún no controlan bien esfínter. Y me parece que la fiscalización por parte del ministerio regional no se puede firmar a un alumno en un comportamiento disruptivo. En el caso que un alumno se porte mal el curso completo no debe ser castigado y en ese caso, el alumno que causa problemas genero una estrategia académica donde lo motivo, encantar con la clase y no desilusionar, porque a esa edad todos quieren jugar y hacer deporte, porque la exigencia de las aulas es mucha por eso como profesor de educación física los liberó y lo hacen mediante ejercicio físico que tiene que ver con la distención”, manifestó.
CIFRAS NEGRAS DE MALTRATO ESCOLAR EN ATACAMA
Los datos entregados por la Superintendencia de Educación estás ultimas semanas informaron que lo que va el año hay 49 denuncias por maltrato escolar, pero lo màs llamativo de estos números, es que el maltrato escolar desde un adulto hacia un alumnos se incrementó de 3 denuncias a 12. Cifras que deben preocupar a la comunidad, sobre todo si las estadísticas indican que son los estudiantes de básica los que están siendo maltratados: “Los profesores cuando salimos de la universidad no se nos enseña enfrentar la vida escolar y pre escolar, sino que estamos màs capacitados para la enseñanza media”, dijo el profesor de educación física, Rodrigo Hidalgo, con 11 años de experiencia con alumnos pequeños.
Pero, el docente además agregó que la metodología se va aprendiendo, los profesores deben ir capacitándose con talleres y cursos especializados: “tengo capacitaciones dentro de mi especialidad que es la gimnasia con los pre escolares y la visión que tengo que si te dan una tarea tan importante que es educar a un pre escolar debes capacitarse si o si”, fue enfático en su respuesta Hidalgo.
Según informaciones entregadas en la página de la Universidad de Atacama, el docente tendría cursado la profesión de profesor de educación física en la ciudad de Vallenar y habría egresado en el año 2009, fecha en la cual además realizó un curso vinculado con desarrollo empresarial: “Me interesa saber que tipo de selección de personal tienen en el colegio, porque no sólo es un tema si tiene o no experiencia curricular, sino que en estos casos para trabajar con niños se deben medir las habilidades blandas, es decir un docente para enseñar a niños pequeños debe ser paciente, tener tolerancia, escuchar, cobijar, ayudar, apoyar y al parecer por estas denuncias el colegio no ha generado un buen filtro en ese sentido. Es preocupante pensar que el colegio potencia este tipo de actitudes y lo vulnerable que están los niños en dicho establecimiento”, dijo el sicólogo.
Y es que, uno de los apoderados denunciantes está justamente llevando su hijo al sicólogo porque su comportamiento ha cambiado bastante en el tiempo: “mi hijo comenzó a decir que el profesor los castigaba mucho y era muy enojón, pero cuando llegó a la casa contando que lo había hecho llorar ahí puse atención porque mi hijo es buen alumno, saca buenas notas, no tiene anotaciones negativas y además está becado por eso”, dijo la apoderada que ha llevado este caso desde el comienzo.
Debido a ello, el facultativo de la salud, Úbeda dijo que: “es muy importante resaltar que los niños cuando tienen pena actúan con rabia porque no hay educación de sus emociones y la pena y la rabia son emociones que están ligadas, por eso no me sorprendería que estos chicos estén actuando más desordenados, más irritables porque ellos expresan su frustración, porque los niños tienen menos capacidad de lenguaje, por lo tanto menos capacidad de expresar lo que les pasa y enfrentar al maltratador”.
Los apoderados no confían que habrá solución en primer lugar porque el colegio desde el comienzo no mostró apoyo hacia los alumnos y la denuncia y en segundo lugar, la superintendencia sólo tiene el rol de fiscalizar que los protocolos se lleven a cabo en este tipo de problemática, pero no protege la integridad y vulneración de derechos de los niños, siendo un espacio para que los colegios puedan zafarse fácilmente de castigos y multas.
1 Comments:
No puedo creer realmente lo que está sucediendo, él solía ser mi entrenador y profesor favorito, por sus tratos, me gustaba que fuera exigente porque me hacía ser mejor y a lo más cuando se enojaba y siempre tenía motivos congruentes, solo nos acercaba a todos y nos daba unos largos discursos que realmente nos servían y cambiabamos nuestra actitud o nuestra forma de actuar, jamás nadie tuvo problemas con él y me resulta confuso leer de esta situación, todo lo relacionado a él era positivo. Estoy sorprendida y espero que sea mentira.
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