Martes 20 de Septiembre de 2016.- Este Miércoles 21 de Septiembre, se cumple un nuevo Día del Trabajador Radial en nuestro país, y más allá de los pesados convencionalismos historicistas copiados del Wikipedia, más bien quiero comentar de mi puño y letra algunos alcances acerca de esta bella pasión que nos hace maravillar al mundo, como lo es la Radio.
La Radio, con mayúsculas. Ese bello vehículo sonoro que nos permite transportar emociones, alegrías, penas, guerras o paz a través del éter o a través de las fibras de Internet. Este medio tan confiable que ha estado presente en los grandes acontecimientos del mundo en su historia y en su actualidad. La Radio, nuestra benemérita Radio, la que creíamos perdida tras la "satelización" a finales de los 90 y que con toda su fuerza nos dice que comunicar es bello, pero también este apostolado muchas veces nos aparta de casa, familia, amor y tantas otras cosas para inundarnos de otra clase de amor. A lo infinito, a lo desconocido, a lo inesperado.
Decir "Radio" es decir "Amor a Chile", es un grito que viene desde el corazón, con nuestras emociones hechas jirones, con nuestras gargantas apretadas cuando llega el momento de dar una palabra de aliento y fuerza, con nuestra fé en la justicia, en la defensa de la Vida, en la creencia de nuestra fé cristiana, y en el convencimiento de decir que nuestros hermanos que escuchan en distintas partes no se encuentran solos.
Los de Radio estamos condenados a vivir y permanecer solos, puesto que debemos estar para todo el mundo. Debemos amar y servir a todo el mundo, debemos poner el pecho a las balas cuando es necesario y debemos sacudir nuestros corazones de pesadumbres y sufrimientos cuando llega la hora de enfrentarse al micrófono y contar a todos lo que pasa en todas partes. La Radio no está hecha para los perfectos "pecho frío", quienes en busca de imponer resultados y en nombre de cánones anacrónicos han destruído notables proyectos radiales... (Como la Chilena y la Minería)
Aquellos letrados que sobreponen sus pesados anáqueles de conocimientos memorizados durante tiempos inmemoriales contra el valor de la práctica y de la sabiduría aprendidos muy lejos de helados y oscuros salones, cuales vacíos templos. Lo que los comunicadores de verdad buscamos y ofrecemos es la sabiduría que es aprendida en la calle y en la vida diaria. Con sus virtudes y defectos. Por eso digo que la Radio es emoción, risa, llanto, explosión, comentario y pasión. La Radio es subjetiva, porque es HUMANA ante todo, porque antepone la visión del ser humano ante el cánon, y busca finalmente la mejora de la sociedad en base simple de justicia.
Decir Radio es decir Chile, decir Patria, decir hermandad, decir solidaridad e independencia, pero ante todo, decir Radio es Comunicación. Decir Radio no es hacer radio por un evento social o ser igual que los colegas comunicadores, porque nos debemos a nuestro público, a nuestra gente, a nuestro país.
Feliz Día a Chile, por sus Comunicadores Radiales.
(Por Aldo Ortiz Pardo, Comunicador Social. Fundador y Propietario de Radioceleste Chile)
0 Comments:
Publicar un comentario