febrero 02, 2016
Martes 02 de Febrero de 2016.- Hasta los Centros de Internación Provisoria, de Régimen Cerrado y de Régimen Semicerrado de Sename concurrió el Seremi de Justicia, Freddy Arancibia para supervisar las obras destinadas a dotar a los recintos que atienden a jóvenes infractores de ley, de herramientas necesarias para enfrentar eventuales incendios y situaciones de emergencia.
La autoridad precisó que los proyectos fueron financiados con fondos sectoriales de SENAME y representan una inversión superior a los 111 millones de pesos. Las obras incluyeron la implementación de sistemas de redes secas y húmedas para los tres centros.
Vale precisar, que estos recintos cuentan con 58 plazas para atención de jóvenes y en ellos laboran 111 funcionarios de Sename y Gendarmería de Chile además de profesionales de organismos colaboradores que atienden a los jóvenes a través de diversos programas destinados a apoyar sus procesos de reinserción social.
La autoridad valoró positivamente las obras, las que se suman a otros proyectos implementados por el Gobierno de Chile en los centros de internación del Sename durante el 2015, como la instalación de un generador eléctrico; la construcción de una sala para manejo de residuos por una cifra superior a los 49 millones de pesos; la normalización de instalaciones y redes de gas junto a la implementación de una sala hidropack y estanques reservorios de agua potable para emergencias, proyecto al cual se destinaron más de 58 millones de pesos.
“Todas estas obras de mejoramiento, señaló el Seremi Arancibia, significaron la destinación de $ 272.818.751, fondos provenientes del Ministerio de Justicia, destinados a los centros a través del SENAME. El objetivo de estas importantes inversiones, es dotar a estos recintos de infraestructura que permita abordar eventuales emergencias como incendios o catástrofes naturales, en las cuales se generen cortes de los suministros básicos. Además de atender las necesidades de los jóvenes y de los funcionarios que los atienden, elevando los estándares de seguridad y condiciones de habitabilidad de los centros, lo que contribuye a mejorar las condiciones de vida de los adolescentes y jóvenes que permanecen en estos establecimientos y les permitirá desarrollar de mejor manera sus procesos de reinserción educacional, laboral y social”.
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