Lunes 01 de Junio de 2015.- Colaborando con la realización del Seminario de Tranques de Relaves “Tranques de Relave: Una mirada detallada para el análisis en zonas mineras” organizado por la CORPROA, la Universidad de Atacama se hizo presente en este encuentro con una interesante presentación a cargo del Director del Departamento de Geología, Dr. Wolfgang Griem, quien abrió la ronda de presentaciones con un detallado análisis de las condiciones y comportamiento del clima, cuencas hidrográficas y suelos de la región.
A propósito de los efectos y consecuencias de los aluviones e inundación del 25 de marzo, el científico destacó que “en el Departamento de Geología ya estamos formando un grupo de trabajo que tiene como fin establecer una guía de cómo se puede a futuro salvar situaciones que van a ocurrir de nuevo, pues de una u otra forma tenemos que reaccionar. Primero ver el daño físico que produce un aluvión y también cuál es el daño químico. Nosotros vamos a trabajar para proponer en el próximo evento alguna solución; por ejemplo, obras civiles, buscar metodología de toma de muestras, metodología para ver si realmente hay contaminación en sí y cómo clasificarla”.
De este modo, durante su presentación efectuó una relación de la ocurrencia de este tipo de eventos climáticos a lo largo de la historia de la región (de aquellos en que existe registro), así como los aspectos técnicos y geológicos que se deben tener en cuenta para disminuir el riesgo asociado a ellos.
“Como estamos viviendo en un clima desértico, uno puede decir que es cíclico, pero por otro lado la ciclicidad tiene sus límites, igual que los terremotos (…) Podría ocurrir dos o tres aluviones y luego tenemos veinte o cuarenta años sin nada. Este evento particular del 25 de marzo era bien extraño porque en el fondo la cantidad de precipitación no era tan alta como la del 97 por ejemplo, pero la cantidad de lodo fue mucho más fuerte y eso es lo que hay que investigar” expresó el Dr. Griem.
Antecedentes y primeras propuestas
Entre los principales datos a considerar para este evento natural, el científico explicó que la alteración del cauce de la cuenca del río Copiapó a lo largo del tiempo ha generado efectos como la paulatina desaparición de los meandros, curvas descritas por el curso del río que tienden a disminuir la velocidad de avance de las aguas. Otros factores mencionado por el geólogo son la ausencia de vegetación y la característica de los suelos de la región, que al ser arcillosos impiden la absorción y retención del agua caída durante las precipitaciones.
Entre las primeras propuestas técnicas planteadas por el experto tras la dinámica observada el 25 de marzo y del historial de comportamiento de las cuencas, destacó la necesidad de dar espacio suficiente a los afluentes, respectar la primer terraza, aumentar volumen de almacenaje, definir sectores de inundación, disminuir velocidad del río arriba (alargar río mediante meandros), construir desvíos (vertederos, relaves, construcciones) y aumentar la capacidad de aislamiento de la cuenca.
Valorando la generación de estas instancias de discusión informada, el Rector (s) de la UDA, Dr. Jorge Valdivia Díaz, señaló que “es responsabilidad de la universidad como toda institución de educación superior universalizar el conocimiento, y nos hemos dado cuenta que se ha cumplido ese propósito ya que hemos estado representados por un connotado doctor que ha analizado de manera muy didáctica el fenómeno desde el punto de vista geológico”, lo cual a su juicio, reitera el compromiso de esta casa de estudios en su vinculación a la comunidad regional.
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