Miércoles 11 de Marzo de 2015.- A un año de instalada la Nueva Mayoría, la fuerte lucha de poder entre los partidos oficialistas, ha eliminado la coordinación entre Intendencia, Gabinete y Servicios Públicos, afectando la gestión de proyectos sociales y de impacto hacia las comunidades que requieren con urgencia pasar de promesas a proyectos concretos.
Tras cumplirse un año desde que la Nueva Mayoría asumió el poder, se hace fundamental un cambio de timón, donde la administración deje de ser una simple expectadora de proyectos heredados y efectivamente cumpla el rol que le corresponde como autoridad. Durante el 2014 la realidad social y económica de la región fue marcada por bajas oportunidades y detrimento de la calidad en empleo, salud, educación, inversión y empredimiento, entre otros. Las falencias de gestión del Gobierno Regional fueron ocultadas destacando como principales logros la cartera de proyectos que fue gestionada por la administración del Presidente Sebastián Piñera, situación que permitió la ejecución total del presupuesto regional año 2014.
Frente a un Consejo Regional intensamente dividido por los partidos de la Nueva Mayoría, el Intendente Miguel Vargas – hábilmente – concentró los recursos comunicacionales en exponer como suyos la gestión de proyectos del Gobierno Regional anterior: ciclovías, polideportivos, CESFAM Pedro León Gallo, Pista atlética, Parque Kaukari, restauración Iglesia Nuestra Señora del Carmen de Chañaral, alcantarillado Loreto Bahia Inglesa y relleno sanitario comuna de Caldera, por nombrar solo algunos. Y de otros proyectos de alto impacto social – pioneros en Chile – donde se aunaron esfuerzos multisectoriales por el beneficio de los atacameños.
Uno de los proyectos más emblemáticos bajo esta lógica multisectorial fue el “Plan de Normalización de Cocinas y Comedores de escuelas y liceos municipalizados de la Región de Atacama”, iniciativa que contemplaba 105 colegios y liceos de la región, y que fue posible gracias al trabajo conjunto por parte de la JUNAEB, Seremias de Educación y Salud, Alcaldes y Jefes DAEM de las nueve comunas de la región, y la Subsecretaria de Desarrollo Regional (SUBDERE). Donde uno de los casos más destacados han sido los colegios de la comuna de Freirina que obtuvieron recientemente su resolución sanitaria, certificación que garantiza el buen funcionamiento de las dependencias y da seguridad en la entrega diaria de raciones alimenticias por parte de la JUNAEB para cientos de niñas y niños.
Otra iniciativa similar y también pionera será el “Saneamiento Sanitario de las 14 Postas de Salud Rural en Localidades Aisladas de la Región de Atacama” que una vez ejecutados permitiran entregar servicios básicos y de infraestructura mínima a los habitantes de los rincones más lejanos de las diferentes comunas de la región, mejorando así su calidad de vida. Siguiendo en la linea de garantizar el acceso a servicios básicos a todos los habitantes de Atacama, se diseñó el proyecto “Instalación de Sistemas Eléctricos y Paneles Fotovoltaicos en Caleta Pan de Azúcar, Chañaral” que busca proveer de energía eléctrica a las casas de los pescadores artesanales de la zona, con unidades de Energía Renovable no Convencional.
En síntesis, se perdió un año de ingreso de proyectos nuevos para mejorar la calidad vida de las personas de la región. Frente a esto las actuales autoridades regionales tienen dos posibles rutas a seguir. Por un lado, pueden continuar en el rol de expectador, donde las diferencias políticas y partidarias marcan la hoja de ruta, o por el contrario, aprender del legado de estos proyectos pioneros, y poner el bienestar de la cuidadanía por sobre los intereses y problemas de la clase política.
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