Martes 01 de Julio de 2014.- Los penales ya se olfateaban. Argentina no podía y ya parecía irse a la lotería desde los 12 pasos. Pero apareció Angel di María a los 117', sí, a tres de terminado el alargue para marcar el único gol del partido y la clasificación para la albiceleste a los cuartos de final del Mundial.
Ni un opaco Lionel Messi le pudo entregar tranquilidad al elenco trasandino, porque el cerrojo impuesto por Suiza fue rebelde, infranqueable durante los 90 minutos reglamentarios.
Y se entiende la celebración de Sabella y sus "muchachos" al término de los 120 minutos. Es que sufrieron hasta la última jugada, porque tras el tanto de Di María, el elenco helvético tuvo un palo y en la jugada final un tiro libre a la entrada del área grande. Dio en la barrera el balón, cuando en la banca sudamericana ya rezaban.
Si bien Argentina tuvo el esférico, le faltó profundidad, juego colectivo y sorpresa. Suiza le plantó dos líneas defensivas que no se derribaron nunca. A Messi lo marcaron de forma escalonada y si había que triplicarle el quite lo hacían. Sólo una vez se les escapó la "Pulga" y estuvo a punto de anotar en el primer tiempo. Luego, en el gol lo soltaron por centímetros y armó la jugada que terminó con la pelota en el arco.
Pero fue lo único del llamado a ser el mejor jugador del Mundial. A su favor juega sí que pocas veces sus compañeros le entregaron una pelota limpia, con ventaja frente a la defensa.
Los 90 reglamentarios se acabaron con un Argentina volcado en el segundo tiempo, pero con pocas ideas. Más fuerza que juego. Ahí el propio Di María se mostró siempre como el jugador más inquietante.
El suplemento fue más de lo mismo. Suiza esperando en su terreno, apostando a algún contragolpe con genialidad de Shaqiri incluida, mientras Argentina les manejaba la pelota.
Hasta que llegó el arranque de Messi a tres del final, abrió para Di María que definió al segundo palo con clase. A celebrar casi como la final Mundial.
(Informa : Emol)
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