mayo 08, 2014
Jueves 08 de Mayo de 2014.- Las nuevas cifras de desempleo de la región de Atacama (7,8%) no han dejado indiferente a los distintos actores sociales, económicos y políticos regionales que ven con temor como la reducción en las fuentes de trabajo empiezan a afectar a los atacameños de las 3 provincias. Según el último informe de empleo del INE la cantidad de desocupados de Atacama alcanzó a 10.700 personas,
afectando en un 62% a hombres y en un 38 % a las mujeres.
Desde los despidos masivos de Agrosuper en el primer trimestre del 2013, que la región de Atacama no se ubicaba por sobre la media nacional. De esta forma, Atacama vuelve a situarse dentro de las regiones con mayor desempleo del país solo debajo de la región del Bío-Bío, renaciendo los fantasmas de la dura cesantía de dos dígitos que existió hasta fines del gobierno anterior de Michelle Bachelet.
A las críticas internas que han nacido en el gobierno, frente a la escasa claridad del proyecto de Reforma Tributaria y a los impactos negativo sobre las personas de la clase media (como las planteadas por Andrés Velasco y Eduardo Aninat), se suman las de analistas internacionales de prestigiosos medios como The Economist y The Wall Street Journal que señalan que la propuesta de reforma impulsada por la Presidenta Bachelet es, literalmente, “Un atentado contra el milagro chileno” y, aunque sus intenciones son buenas, terminará por sepultar los avances que ha tenido esta economía.
Frente a los argumentos planteados por el Intendente y la Seremi del Trabajo de la Región de Atacama, que indican que el aumento en el desempleo se debe a la desaceleración de la economía global y a la llegada de personas cesantes de otras regiones del país y el extranjero, el Consejero Regional y Presidente Regional de Renovación Nacional Fernando Gighlino Pizarro indicó: “es cierto que la macroeconomía ha iniciado un nuevo ciclo, pero el actual gobierno ha querido implementar reformas sin medir consecuencias sobre los costos que deberán pagar las personas.
Todo apunta a que la desaceleración de la inversión en la región ha afectado el empleo, ya que no tenemos proyectos industriales nuevos importantes en etapas de montaje o explotación. Por otro lado, el aumento en los impuestos será traspasado a los consumidores finales o sea a los ciudadanos común y corriente. Frente a la no adjudicación de nuevos contratos las PYME´s entrarán en el proceso de reestructurar sus costos de producción reduciendo el personal contratado”.
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